11 septiembre 2008

A mi nieto Áyobe




Señalas al abuelo Miguel.
Sin hablar te vales de tus manos
para llamarlo.
No sabes que tiene otra piel,
que el color de su cara es distinto,
que sus pelos blancos
algún día serán los tuyos.
Pronto podrás decir
que la sangre también nos une
que no sólo es amor de abuelo,
que el cariño viene de lejos
del principio de los tiempos
cuando todos éramos iguales
y el corazón no entendía
de colores diferentes.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias Miguel por ese precioso poema a mi hijo. Este pequeñajo robacorazones nos tiene a todos locos, pero para mí es muy especial ver como a ti y a Mary se os cae la baba con él. besos

Anónimo dijo...

Muchas gracias abuelo.

Miguel Bueno Jiménez dijo...

Ana y Enrique,espero veros por esta casa más amenudo.Estoy preparando otro montaje con vuestra familia. Muchas gracias por vuestras palabras.
Un abrazo